Hoy, día 18, José Luis Restán, en este recorrido diario que hacemos durante el mes de mayo de la vida de la Virgen, nos acompaña a mirar la intuición de la Virgen María de que estaba sucediendo algo grande en la misión de su Hijo, en su vida pública, con los discípulos y en su relación con el mundo.

Ayer José Luis Restán concluyó El Espejo de la cadena COPE contando que en el Regina Coeli del domingo 16 el Papa mostró su profunda preocupación por lo que está sucediendo en Tierra Santa, donde los violentos enfrentamientos armados entre la Franja de Gaza e Israel pueden degenerar en una espiral de muerte y destrucción. Ya han muerto muchos inocentes, y entre ellos también hay niños, lo cual, dijo Francisco, es terrible e inaceptable, su muerte es signo de que no se quiere construir el futuro, sino que se quiere destruir. Y se preguntaba el Papa: “¿dónde llevarán el odio y la venganza? ¿Pensamos construir realmente la paz destruyendo al otro?” 

Mientras, en la casa de las hermanas de la Madre Teresa en Gaza, las religiosas van de una cuna a otra de los 50 niños discapacitados a los que atienden. Se trata de un oasis en el que se cuida la vida más indefensa. Ya decía San Juan Pablo II que no hay paz sin justicia, ni justicia sin perdón. Sería necesario que la mirada y el cuidado de la vida que llevan a cabo estas religiosas alcanzara a todos para que se produjera un cambio en esta guerra sin fin.    

Por eso el llamamiento a los responsables de ambas partes, para que cese el estruendo de las armas, lo realizó Francisco “en el nombre de Dios, que ha creado todos los seres humanos iguales en los derechos, en los deberes y en la dignidad, y los ha llamado a convivir como hermanos entre ellos”.

Imagen: Capitel cruzado de Nazaret (s. XII): "Santa María guiando a un discípulo".