Con estas palabras ha terminado mons. Pierbattista Pizzaballa, Patriarca de Jerusalén, su testimonio personal en la sesión inaugural del Meeting de Rímini, el evento cultural europeo más importante del verano. Compromiso con la justicia, la paz y el perdón en Tierra Santa, frente a discursos vacíos e ideologías violentas. «Una pasión por el hombre», el lema de este año, marcado por el centenario de Luigi Giussani.

Impresionante testimonio del Patriarca de Jerusalén, que ha durado 22 minutos, en la conferencia que llevaba por título «Artesanos de la Paz». Junto al arzobispo de Bangui, mons. Dieudonné Nzapalainga, de la República Centroafricana y a mons. Paolo Pezzi, arzobispo de Moscú, el tercer lugar sensible del planeta para hablar de paz tenía que ser Tierra Santa.

Pizzaballa lleva tiempo insistiendo en que es importante hablar de Jerusalén desde una perspectiva cristiana, no solo judía o islámica, ya que Jerusalén no es solo cuestión de israelíes y palestinos. Las tensiones constantes y los conflictos continuos obligan a prestar atención al juicio político pero ha confesado que está harto de asambleas y reuniones donde tanto hablar de paz y justicia las convierten en un espejismo porque nunca se ven ni experimentan y, por lo tanto, solo dejan desconfianza y resignación. «Prefiero no usar palabras como justicia, paz, esperanza o futuro para no caer en la banalidad». Dice que es solo retórica hablar de esperanza si no se la relaciona con la fe, «es hija de la fe».

Se atreve a hablar hoy porque se lo han pedido y porque, aunque hablar de paz y justicia en Oriente Medio es como imaginar a unos locos que luchan contra molinos de viento, también esa paz y esa justicia tienen que tener su espacio en cada unos de nosotros; y para los creyentes ese compromiso no puede ser como un accesorio extra a la vida de la fe.

Brevemente nos pone en contexto sobre la desconfianza que existe en el terreno político y social y alude a la grave situación de Gaza. Pero explica que su papel como pastor de su pueblo es ofrecer una palabra de verdad clara y una confianza que en primer lugar se la tiene que creer él. La credibilidad del testimonio es la condición necesaria para el verdadero compromiso por la justicia y la paz como primera e inmediata expresión de la vida de la fe: «defender los derechos de Dios implica defender los derechos del hombre y viceversa». Por lo tanto, su compromiso tiene que ver con su personalidad, con su historia, con su tiempo y momento, por su lado; y, por el lado de la comunidad, exige escuchar con un corazón atento.

Cree que no se puede tratar el tema de la justicia y la paz sin hablar del perdón, algo considerado casi un tabú allá porque supondría olvidar el pasado. Pero no hay que olvidarlo en la lectura de la historia y en el poso de dolor que deja en el presente. Y sí cambiar de perspectiva, del victimismo pasar a la esperanza común. No es síntoma de debilidad o de renuncia a los propios derechos sino unidad de vida, síntesis entre la vida de fe y vida real. Es difícil hablar de perdón cuando cotidianamente se viven injusticias pero el servicio a la justicia y a la paz proviene del propio corazón, de la fe, incluso si se da en soledad, para dar fruto.

Cuenta en clave personal que le acompaña mucho desde hace tiempo el pasaje evangélico de la dramática elección entre Barrabás y Jesús, como si Pilatos nos la pusiera delante cada día a cada uno de nosotros. Tenemos que elegir entre dos figuras de mesías: Barrabás, que significa en arameo «hijo del padre», activista un poco utópico que buscaba la justicia luchando por la libertad de su pueblo, y Jesús, el verdadero Hijo del Padre, que muere en la Cruz perdonando gratuitamente, sin defender nada. A todos se nos pone delante esta decisión: luchar o morir en la Cruz. Tendría su sentido seguir la lógica dialéctica y hacer una nueva cruzada para defender los derechos, como Barrabás.

El cristiano, en cambio, que no es indiferente al mal, no se deja derrotar si no quiere caer en un cristianismo desencarnado. Jesús no resolvió ningún problema social o político de su tiempo. Así que el cristiano se deja atravesar y desafiar, desea y lucha por la justicia y por la dignidad, no con la mentalidad de Barrabás. Tampoco en Tierra Santa está todo perdido, queda una semilla y volverá todo a renacer.

Antes de acabar, cuenta el testimonio de la comunidad cristiana de Gaza comprometida fuertemente con muchas iniciativas sociales y caritativas, sin palabras de odio o rencor, solícitos en ayudar a quien lo necesita, signo de que no están volcados sobre sí mismos, pobres como son también ellos. Pueden parecer gestos insignificantes llevar neveras o zapatos a quien no tiene pero así muestran que hay futuro y eso le consuela mucho al Patriarca. Narra que ha sido precioso saber que para los jóvenes lo más importantes es escuchar, entregando su tiempo en hablar con la gente, mientras piden todos los días la gracia del perdón.

Para que comprometerse con la justicia y la paz no se quede en retórica o ideología hay que estar ahí, en este mundo herido, aceptar que no tienes la solución pero estás ahí, cerca de los demás, sin la pretensión de enseñar, pero compartiendo la única manera de enseñar el perdón, la justicia y la paz, que es viviendo y experimentarlos en nosotros mismos y testimoniarlo. Ni los ejercicios académicos ni las decisiones políticas podrán superar la decisión de comprometerse, que sale del corazón, sinónimo del amor, del amor de Dios por la comunidad, porque ningún otro gesto es tan auténticamente revolucionario como el perdón.

Enlace de YouTube para ver su intervención (a partir de 1:04)

Lema o título de este año

¿Quién es mons. Pierbattista Pizzaballa?

Nacido en 1965 en la zona de Bérgamo, a poca distancia de la cuna del papa Roncalli y también del papa Montini, es desde el 24 de octubre de 2020 el Patriarca Latino de Jerusalén.

Ha participado en varias ediciones del Meeting desde 2007. Probablemente se sienta como en casa porque fue al colegio en la misma Rímini. Al acabar sus estudios en Ferrara en 1984, entra en la orden franciscana. Hace la Profesión solemne en Bolonia en 1989 y en 1990, tras la ordenación sacerdotal, se traslada a Jerusalén. En 1999 entra formalmente en el servicio a la Custodia de Tierra Santa. Se licencia en Teología Bíblica y sirve en la pastoral de lengua hebrea. Preparó la edición del Misal Romano en hebreo, tradujo textos litúrgicos a la misma lengua, fue profesor de hebreo también en el Studium Biblicum Franciscanum y vicario general del Patriarcado para los católicos de lengua hebrea.

En 2004 sus hermanos franciscanos le eligen Custodio de Tierra Santa, cargo en el que continuará doce años tras varias reelecciones. En 2008 le hacen Consultor de la Comisión para la relación del Judaísmo del Pontificio Consejo para la Promoción de la Unidad de los Cristianos. El papa Francisco le nombra Administrador Apostólico del Patriarcado latino de Jerusalén en sede vacante en 2016 después de aceptar la renuncia de Su Beatitud Fouad Twal. Por lo tanto le ordenan arzobispo de Jerusalén, una diócesis en la que el clero y los fieles son muy principalmente árabes y propalestinos… Hasta que por fin en 2020 el papa le nombra Patriarca.

Sor Azezet Kidane, misionera comboniana en Tierra Santa: día 21

«Un bien que traspasa las fronteras», título de la mesa redonda del día 21 de agosto a las 21.00h. que se puede seguir en directo con traducción al español.

Azezet Habtezghi Kidane, Misionera comboniana, Enfermera de profesión, Codirectora de Kuchinate, una Ong que se ocupa de refugiadas africanas en Tel Aviv. Y Salem Billan,  Jefe de Radioterapia en el Rambam Hospital de Haifa, Jefe de Oncología “Holy Family Hospital” de Nazaret y Oncólogo Senior “Augusta Victoria Hospital” de Jerusalén Este. Introduce Alessandra Buzzetti, Periodista TV2000.

Dos historias unidas por una gran pasión por el ser humano, desde su nacimiento, al intento de arrancarlo de la muerte, en esa Tierra Santa, pero siempre dividida por conflictos y prejuicios, que sin embargo pueden no ser la última palabra. La confianza, la implicación personal directa, el testimonio de quien se ocupa hasta el fondo de quien tiene necesidad, son la mayor esperanza de una paz verdadera, en un lugar que nunca la ha conocido. La periodista Alessandra Buzzetti nos guiará en el diálogo y en el descubrimiento de dos protagonistas de un mundo nuevo, Azezet Habtezeghi Kidane, Misionera comboniana, y el doctor Billan, jefe de radioterapia.

«Hacen falta personas así para dar la esperanza del mañana» (Azezet Kidane)

¿Qué es el Meeting de Rímini?

Este año es la 43ª edición del «Meeting para la amistad entre los pueblos». Cada año, en torno al lema o título, se habla de economía, arte, literatura, ciencia, política, problemas sociales, música de todo tipo. Una curiosidad y transversalidad única en el mundo. Conferencias, charlas, encuentros, exposiciones, muestras, espectáculos, presentaciones, patrocinadores… Durante 30 años asociación privada, ahora fundación, cada año el Meeting dialoga con instituciones, representaciones diplomáticas, entidades públicas y privadas. 

Son más de siete mil los relatores que desde 1980 hasta hoy han participado en las conferencias del Meeting. Entre ellos, premios Nobel, líderes mundiales como Lech Walesa, Mario Draghi o Tony Blair, santos como la Madre Teresa y Juan Pablo II. Personalidades de orientaciones, orígenes y sensibilidades diferentes, que dialogan sobre los temas más cruciales, como el Dalai Lama, David Rosen o Noam Chomsky.

Galería de fotos del Meeting de Rímini 2022 en Flickr

«Frente a la realidad de hoy, caracterizada por una dramática tensión entre hombres y pueblos, que a menudo se convierte en lucha, contraposición o indiferencia tolerante, la Fundación Meeting apuesta por el deseo y la pasión que cada hombre tiene en su corazón para crear un terreno común para el encuentro y el diálogo.

El «Meeting para la amistad entre los pueblos» es construido cada año en el mes de agosto por la gratuidad de miles de voluntarios que ponen en común su tensión hacia la verdad, al bien y a la belleza. Es el lugar físico donde se experimenta cómo la experiencia de la fe cristiana vivida es capaz de encontrar y valorar todo intento humano que colabora positivamente en el destino de todo hombre».

Más de 1.700 voluntarios, el año pasado con su protocolo Covid más de 80.000 personas pasaron por la Feria y unas 250.000 personas se conectaron en directo. Ciencia, cooperación internacional, cuidados y salud, educación, arquitectura, política, cabe de todo: 12 exposiciones, 14 espectáculos, sala de prensa, deporte, zona infantil, restauración, librería… 108 eventos, 365 ponentes, 161 artistas, en 120.000 metros cuadrados en el Pabellón de Convenciones de la ciudad costera.

El Meeting además, mantiene relaciones estables con otras realidades que ha visto nacer, en sintonía, con la intención de diálogo y amistad entre los pueblos, como el Meeting Cairo, el Encuentro Madrid, el New York Encounter. Y muchas otras experiencias que siguen creciendo en el mundo.

EncuentroMadrid 2022 se celebrará en el Espacio Pablo VI ubicado en el Paseo de Juan XXIII 3, Madrid, del 11 al 13 de noviembre, con el lema «Vivir apasionadamente la realidad». Como recoge la explicación del lema, vivir apasionadamente la realidad supone vivirlo todo, pero eso solo es posible cuando existe la certeza de un bien que vence. En EM 2022 queremos comprobar si, como dice Giussani, «vivir lo real implica la posibilidad de hallar aquello que es el sentido de la realidad y que se ha hecho parte de ella».

Origen

Es el final de los años 70. Entre algunos amigos de Rimini, que comparten la experiencia cristiana, nace el deseo de encontrar, conocer y llevar a Rimini todo lo bueno que hay en la cultura de ese tiempo. Así comienza el Meeting para la amistad entre los pueblos en el 1980. Un encuentro entre personas de confesiones y culturas distintas. Un lugar de amistad donde se puede construir la paz, la convivencia y la amistad entre los pueblos. Una red de encuentros que nacen de personas que ponen en común una tensión por lo verdadero, el bien, lo bello. 

Desde entonces cada año llegan grandes personajes de la política, de la economía, representantes de religiones y culturas, intelectuales y artistas, deportistas y protagonistas del escenario mundial. La cultura en el Meeting se expresa como experiencia, generada por el deseo de descubrir la belleza de la realidad. Todo esto en los siete días de la cita que se ha vuelto con los años el festival cultural con más participación del mundo. 

Desde su origen, el Meeting ha apostado por el deseo y la pasión que cada hombre tiene en el corazón, ese deseo de belleza, verdad, justicia que don Luigi Giussani, fundador del movimiento de Comunión y Liberación, ha llamado experiencia elemental, terreno común para el encuentro y el diálogo. Juan Pablo II les dijo en 1982: «Generad una civilización que nazca de la verdad y del amor. ¡Construid esta civilización sin cansaros nunca! Es la entrega que os dejo hoy. Trabajad para esto, rezad por esto, sufrid por esto!».

Han dicho del Meeting

He encontrado una gran apertura, una gran receptividad a ideas ajenas, una gran acogida, profundamente religiosa. Pero religiosa con calor y aceptación de las tres religiones. En el Meeting todos eran muy conscientes de que yo era con todo mi ser un judío creyente, pero estaban deseosos de escucharme. (…) Pero el calor y la profundidad de la apertura me han hecho muy feliz. 
Chaim Potok, escritor

Acudo con placer al Meeting porque se crea auténtica cultura.
Ennio Morricone, director de orquesta y compositor

El Meeting… si hubiera podido vivirlo desde hace un poco más de tiempo quizás mi vida habría cambiado: no más violencia, ni más odio, ni más rivalidad o competencia, sólo una colaboración más que amigable, un profundo entendimiento entre gentes de buena voluntad. ¿Que si he encontrado una cierta santidad? Yo diría que sí.
Eugéne Ionesco, dramaturgo

He viajado varias veces alrededor del mundo y no conozco nada parecido. Hasta aquí vienen miles de personas a escuchar una ponencia sobre Beethoven, a visitar una exposición sobre la naturaleza de la luz o a escuchar un encuentro con un filósofo. El Meeting hay que experimentarlo, vivirlo, para captar su plena y extraordinaria combinación de “vitalitas” y “gravitas”.
Joseph H.H. Weiler, profesor en la New York University School of Law

Lo que me maravilla de este Meeting es como todos los temas están vinculados entre sí, hay un modo distinto de hablar de las cosas.
John Waters, editorialista del Irish Times.

Nunca he visto un auditorio como éste; después de encontrarme con estos jóvenes en Rimini soy más optimista sobre el futuro de la humanidad.
Abdus Salam, premio Nobel de Fisica de 1979